martes, 1 de mayo de 2012

Hay momentos en la vida en los que llegamos a un cruce de caminos. Temerosos, confusos, sin un mapa de carreteras... las decisiones que tomamos en esos momentos pueden decidir el resto de nuestros días. Aunque cuando nos enfrentamos a lo desconocido, la mayoría preferimos dar la vuelta y regresar. Pero a veces la gente sigue hacia algo mejor, algo más allá del dolor de caminar solo y más allá del valor que se necesita para aceptar a alguien, o para dar a alguien una segunda oportunidad. Algo que está más allá de la callada persistencia de un sueño, porque sólo cuando te pones a prueba, descubres quien eres de verdad, y sólo cuando te ponen a prueba, descubres quien puedes llegar a ser. La persona que quieres ser existe en algún lugar, más allá del trabajo duro, de la fé y de la convicción, más allá de la angustia y del temor ante lo que nos aguarda.


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